Wineissocial es más que un club de vinos y parte de ello se debe al lenguaje de los símbolos.

Una nueva manera de entender el mundo del vino para hacerlo fácil y más accesible al consumidor. Pero, ¿cómo surgió este nuevo lenguaje? y ¿Cómo contribuye a hacer más accesible el aprendizaje y a disfrutar más del vino?. Para responder estas y otras preguntas nada mejor que ir a los orígenes. Es por ello que hemos invitado a tomar una copa a dos de los fundadores de Wineissocial, su actual CEO, Manel Sarasa y el sumiller Ferran Centelles.

¿De dónde salió la idea de Wineissocial?

Manel Sarasa: Pues precisamente de disfrutar del vino gracias a mi experiencia en un restaurante, el Racó d’en Cesc, y su sumiller, uno de los mejores que he conocido, César Cánovas. Él conocía perfectamente mis gustos y era quien elegía el vino para mí. Me hacía disfrutar mucho con sus descubrimientos junto con las historias que me contaba detrás de cada botella. Después de estas buenas sensaciones siempre me hacía la misma reflexión: ¿Y esta experiencia tan fantástica no se puede escalar?. ¿No podría recibir cada mes en mi casa vinos con una fantástica relación calidad-precio seleccionados para mi y empaquetados en una experiencia de aprendizaje en donde cada mes aprendiera alguna cosa?

Wineissocial CEO Manel Sarasa

Manel Sarasa, CEO y co-fundador de Wineissocial

¿Y que hiciste a para crear este nuevo concepto de club?

M.S: Hablar con César :). Fue él quién me presento a Ferran Centelles y aquí empezó todo. Con Ferran conectamos y tuvimos claro que era necesario innovar para encontrar solucionar a un problema no resuelto de la industria. Hacía falta contestar a la recurrente pregunta de ¿qué vino te gusta?, pero hacerlo con sencillez. Nuestra misión era la de configurar un proyecto con la ambición de ayudar a todos los consumidores del mundo a disfrutar más que nunca del mundo del vino.

¿Por qué es tan difícil seleccionar vino y acertar con los gustos de las personas?

Ferran Centelles: Seleccionar vinos y recomendarlos es un trabajo apasionante, especialmente si se hace en equipo y con la tranquilidad de poder catar todo lo que recomiendas. A muchas personas les cuesta reconocer los diferentes estilos de vino, sobretodo teniendo en cuenta que el mundo del vino tiene una maravillosa complejidad, muy difícil de entender si no te dedicas a ello de manera continua. Creo que las nuevas tecnologías nos van a facilitar entender mejor a nuestros consumidores. Un ejemplo es lo que hacemos en Wineissocial, donde los feedbacks de nuestros socios se toman de manera muy seria y se utilizan para afinar en nuestras selecciones.

ferran centelles wineissocial

Ferran Centelles, co-fundador de Wineissocial, sumiller en el Bulli 2000-2011

¿De dónde salió la idea de crear un nuevo lenguaje de estilos?

F.C: Este fue el primer reto propuesto al entrar en Wineissocial. La idea surgió de la necesidad de organizar el gusto del vino para intentar simplificarlo. Queríamos que para el consumidor escoger un vino o enfrentarse al acto de compra no fuese un drama si no una manera de empezar una experiencia de disfrute. Es por eso que ideamos este nuevo lenguaje, muy gráfico, que identificase los estilos básicos del vino y con la intención que fuese, ante todo fácil de entender.

Tan fácil que se basa en las formas geométricas más básicas…

F.C: Nos ha tocado vivir una época visual y de inmediatez, el entorno 2.0 tiene un lenguaje algo más directo que seguramente estimula más la inteligencia visual, en contra de otras inteligencias como la verbal. Es por eso que escogimos formas fáciles que, de manera metafórica,representaran un estilo de vino. Por ejemplo el círculo, que es una forma divertida y alegre, expresa los vinos fáciles y afrutados. El cuadrado, más sobrio y serio, nos lleva a los vinos más potentes.

simbolos vino wineissocial

Explícanos pues los estilos

F.C: Los estilos que usamos en Wineissocial son una adaptación de la primera clasificación que hizo Hugh Johnson. Este afamado escritor inglés fue la primera persona que definió los estilos de vino y, la verdad, lo hizo de maravilla. Los blancos los estructuramos en cuatro estilos, profundos, afrutados, aromáticos y densos. Esta ordenación también se puede interpretar de menos a más cuerpo.

Los tintos reciben cuatro estilos: ligeros, afrutados, maduros y potentes. También de menos a más sensación de cuerpo. Espumosos, generosos y rosados también tienen cabida en esta ordenación.

¿Y Kandinski como apareció?

F.C: En un viaje con la familia a Berlín, de visita en el fascinante museo de Bauhaus, allí redescubrí su obra. Justo en la tienda había una postal fascinante llena de formas y colores, fue una

conexión rápida, yo andaba con la obsesión de encontrar una manera gráfica de representar los estilos de vino y recuerdo como me dije: “¡Carai!, ¡si cada forma podría representar un estilo!”. Ya lo dice Facundo Mares: “la creatividad suele aparecer en momentos de desconexión del piloto automático.” Y a mi me cogió de vacaciones.

¿Y como esta funcionando todo esto?

M.S: Hoy más de 200.000 personas están usando Wineissocial. Esto quiere decir que tenemos a todas estas personas perfiladas y conocen sus estilos, reciben recomendaciones adaptadas a sus gustos por nuestros sumilleres y vendemos mas de 15.000 botellas al mes en España. Nuestros estilos de vino son una herramienta muy buena para que nuestros consumidores no compren solo aquel vino que ya conocen sino que además puedan comprar el vino identificado con su estilo y acertando mucho más en su compra.

¿Qué planes de futuro tenéis?

M.S: El mundo del vino es muy grande y aunque nuestros clientes están muy satisfechos esto sólo es el principio. Nuestra ambición es que los estilos ayuden al mundo entero y para ello necesitamos que se conviertan en un standard y estén en muchos más sitios. ¡Esperamos que este blog ayude! 😉

Y para simplificarlo todo aún más y llegar a más gente en breve presentaremos una nueva versión más fácil y sencilla de los símbolos…

 

Nota del redactor: si aún no sabes cuál es tu perfil de vinos…¡A qué estás esperando! Haz el test y descúbrelo, ¡son dos minutos!